Si hay una familia que se merece mérito aparte (aunque hay muchas personas que ayudaron) es la Flia Cuenca. Dicha familia, liderada por Gustavo y Mariela, fueron, se podría decir, los que más estuvieron ayudando durante los dos meses de intenso calor.
Mariela es una de las personas que se apegó más a este equipo, diciéndome en repetidas ocasiones que no quería dejar de tener vínculo con la gente que hizo esto. Gustavo, por su parte, tiene mérito propio también, ya que además de andar a Sol y a sombras con la película y además de prestar su casa para la fiesta final (yo me fui pasada las tres, no sé hasta qué hora se quedó el resto), es también una de las personas que prácticamente no se quejó por todas las cosas que teníamos que hacer (y, siendo honesto, los que nos quejamos fuimos muchos y en muchas ocasiones, así que a este hombre hay que darle un premio).
Además, ¡casi me olvido! ¡Siempre nos convidaban golosinas! ¡Que calidad! Una de dos, o son muy buenas personas... o después del estreno nos pasan la factura de todos los millones que le debemos.