30 mar 2007
Aviso Importante
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Todas las noticias están escritas de orden cronológico de forma ascendente. Por si no se está muy instruido en esto de la película, conviene leer desde la primera nota (la que está debajo de todo) y luego ir subiendo.
Del mismo modo recordamos que sus comentarios, dudas, insultos y demás yerbas serán recibidos a nuestra exclusiva casilla de e-mail: cuesta_arriba_lapeli@hotmail.com
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29 mar 2007
La Buena que Fue Mala
Originalmente era él quien tenía que decir "stop, chica, vive y deja vivir", pero en la escena Gisela llevó su personaje al máximo y jamás permitió que sea Tomás quien le cortara. Ella tomó las riendas de la situación y terminó mandándolo de gira, con la sorpresa de todo el equipo técnico.
Conozcamos 3
Camila Herrera
Ella es Paula Martinez, la hermana menor de Tomás y es, quizás, una de las que más sufre con la partida de su hermano (o sea, cuando él se va a ser el enfermero que ese pueblo necesita). Hasta le da una carta en la escena donde se tiene que ir y todo.
"En la carta pude haberle puesto cosas como 'tonto' o algo así, pero tenía miedo de que la cámara lo muestre.", reconoció la criatura. La chica, siempre simpática y divertida, es además, la dueña de Diego y la que está en contra de que yo lo haga alfombra cuando el dog se muera.
28 mar 2007
Noticias Breves
* Alicia Cardozo (la madre de Tomás) como anunciamos en una nota (click sobre la palabra para leerla) pasada, había recibido un pelotazo. Resulta ser que a la pobre mujer, después se le puso morado el asunto y hasta (si es que entendí bien) se le rompió el tabique. Actualmente se encuentra mejor y esta vez, ninguna criatura jugó cerca de ella.
Él un Día Volvió
¡Felices 11 Meses!
día de la fecha están cumpliendo ¡¡¡11 meses juntos!!!¡Cecilia es Barney!
O por lo menos lo fue el pasado domingo cuando tuvo que ir a animar un cumpleaños
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Conozcamos 2
Estos son los dos personajes con quien Tomás Martinez (Emmanuel Suedán) se relaciona durante su estadía en su primera pensión.
Ella es Doña Tota, interpretada por Lucía Diez, madre de Camila y Cecilia. En la fiesta en la casa de los Cuenca (ver nota más abajo) ella dijo "Nunca pensé que me metería en una de estas cosas", pero hay que admitir que supo componer a un entrañable personaje, muy querido y amistoso, y casi una segunda madre para el pobre Tomy.
27 mar 2007
Cuando el Ego Ataca 2
¡Hola! My name is Cecilia Herrera (eso aprendí en inglés hasta ahora) y llegó mi momento de tomar revancha y poner a Mauro en aprietos. Él jura, ante todo, que va a mentir... y mucho. Lo que viene entre paréntesis ahora son mis propios comentarios. ¡It's great to be here!
SEGUNDA PARTE
(Cecilia entrevista a Mauro)
Cecilia: ¿Sentiste sed de venganza hacia mí, ya que yo te invité a formar parte de este proyecto?
Mauro: (La gente va a pensar que la pasamos re mal y no es así) Y, la verdad, tuve ganas de cortarte las venas en un par de ocasiones. No, mentira. Si no fuera por vos, yo no me hubiera enterado de esto porque siempre leía las notas de los diarios el día después, y nunca iba a llegar a tiempo. Aún así, más allá de todo el calor que se tuvo que pasar, esto me sirvió como una experiencia (¿mala o buena?). Pude probarme qué tan capaz de soy de soportar a mi prójimo en una convivencia, así que creo que hice las cosas bien, después de todo, porque me divertí (que bien que miente).
Cecilia: Con una mano en el corazón. Realmente, ¿entendiste siempre las indicaciones que te daba Rubén (Retamozo, el director)?
Mauro: (Ahora es él el que me insulta a mí) La verdad es que al principio me costaba, porque Rubén se manejaba con códigos ya establecidos con Sebastián (el camarógrafo anterior) y que por ahí yo no los captaba muy bien (creo que lo dice más suave a como en realidad lo pensó). De todos modos, siento que Rubén siempre me dio una especie de libertad para que yo pueda moverme con la cámara cuando se estaba filmando. Es como si me indicaba lo que tenía que hacer y yo hacía lo contrario porque no entendía (risas), pero igual, creo me perdonaba porque sabía que si tenía que volver a filmarlo, Emmanuel me asesinaba (sin risas), ya que al pobre varias veces lo hice volver a hacer las escenas porque sin querer movía mal la cámara.
Cecilia: Definime con cinco adjetivos al actor protagónico de la película.
Mauro: (Cada vez que voy a preguntar algo, él me dice "oh, oh") Hem... Hem... (En este momento, le tengo piedad). Vamos a ser sinceros, honestidad bruta. Con Emmanuel nunca tuve mucho vínculo (le voy a aclarar que no trate de escapar diciendo que no lo conoce como para no decir algo sobre él), así que tampoco puedo decir (yo sabía que iba a hacer esto) mucho sobre el chico. Creo que es un vago que siempre trataba de estar bien arriba debido a que era al que más se le exigía (primer adjetivo: un vago up) y si estaba de mal humor, tal vez podía arruinarnos toda la jornada. Creo que eso nunca pasó, por lo menos en mi presencia (trata de ser diplomático ahora). No tengo cinco adjetivos para calificarlo como ser humano (¿vieron? ¡yo tenía razón!). Considero que debe ser una buena persona, o al menos un buen profesional, ya que nunca lo escuché faltar el respeto a nadie y siempre tenía buena predispocisión. Aunque, honestidad bruta, él me dijo que yo no. Y, honestidad bruta, ¡toda la razón del mundo! (Sí, Mauro es un pajero, ¿y qué?)
Cecilia: Cuando sea millonaria voy a pagarte el derecho de autor, porque es inevitable robarte esta pregunta: ¿A quién nominarías si el elenco de Cuesta Arriba fuera la casa de Gran Hermano?
Mauro: ¡Hey! Podrías haberme preguntado con quién quiero seguir teniendo vínculos (eso viene al final, para que el cierre quede emotivo). Una pregunta bastante compleja, porque sólo me permiten hacer dos y quiero nominar a siete. No, mentira (¿será?). Además estoy en la duda de si hacerme el buenito y nominar a quienes pienso que no recibirían votos o nominar a quienes realmente mi cabeza lo dice. Es tan complicado este juego. Pero honestidad bruta, después de la fiesta en los Cuenca, hubiera hecho una espontánea a alguien que se quizo hacer el gracioso, olvidándose de una conversación anterior que incluía el "no te jodo para que no me jodas"
. Ahora está todo bien con esa persona, pero en ese momento tenía tanta bronca que rogaba que nadie me pasara un ladrillo (me pregunto qué hubiera hecho con el ladrillo), y diplomáticamente me di media vuelta y me fui sin responder lo que realmente quería responder. Che, que buena persona soy (orgullo aparte). Y en segundo lugar, creo que no tengo, pero te nominaría a vos por preguntarme esto. No, mentira. Te quiero mucho, Ceci.
Cecilia: ¿Qué personas del equipo se ganaron tu aprecio?
Mauro: (Le conviene nombrarme) Tendría que dividir entre los que conocí por la producción y los que conozco desde antes. Pero metiendo a todos juntos en la misma bolsa, yo, a contrario de vos, quizá no tuve tanto apego a la gente adulta, aunque siempre hablábamos, pero creo que me relacioné más con las personas de mi edad, y eso que había pocas, así que tenía que hacer vínculos. Vos, obvio, (gracias, yo también me quiero) que te conozco desde hace muchísimo tiempo y aparte hacemos un buen dúo porque todo lo que se me ocurre a mí, a vos te gusta, y viceversa. Por más utópico que suene, le ponemos toda la garra, aunque nos dure dos horas. Después también tenemos a tu novio, que ahora en el rodaje pude conocerlo un poco mejor. Lo malo de tu novio es que es re injusto y siempre te defiende a vos. No puedo pelear si él salta siempre. Por eso te hablo cuando él se va (pero bien que cuando alguien le quiere robar algo, dice que Marcos lo va a defender). Athos, que envidio el dialecto que tiene y es como un Maquiavelo (?) mío. Gabriela, que también ya la conocía, y que siempre me hace reír. Aparte sabemos sobre las series norteamericanas y eso es algo re raro de encontrar. Y sobre quienes no conocían, nombraría a Habarta (el Peque enamorado), porque fue uno de los primeros vínculos que tuve cuando todos me eran desconocidos. Y a Charata (Matías), que entiende mis chistes y sirve como terapia para sacarme la bronca. También hay otras personas que espero seguir teniendo vínculo más adelante. Y aclaro que no porque alguien dejé fuera de la lista, significa que no se ganaron mi aprecio, porque en realidad en el equipo había la mejor de las ondas. Sólo que hay personas que no llegué a conocer bien. A estas seis personas nombré porque fueron las que me dieron su teléfono, jajaja.
*
Queridos lectores, seguiremos con estas entrevistas y, sobre todo, se enterarán a quien nominaría cada uno. ¡Lío! ¡Quilombo! ¡Nos encanta!
Cuando el Ego Ataca 1
Primera Parte
(Mauro entrevista a Cecilia)
Cecilia: No quiero mentir, jaja... Este... (Sos actriz, nena, mentí)... Como de costumbre, al principio, costó hilar relaciones con aquellos que recién entraban al mundo artístico (personas normales) o entablar conversación con quienes para ese entonces yo capitulaba como desconocidos. Al paso del tiempo, nos vimos "obligados" a llevarnos unos con otros y al conocernos comprendí que se trataba de un equipo técnico y actoral excepcional (parece sincera cuando lo dice... parece). Cabe destacar que muchas veces era agotador tener que ver las mismas caras todos los días (¡no la juzguen! ¡Todos pensamos en eso en algún momento!) y no me quiero lavar las manos, pero creo que el calor (todos le echamos la culpa al tiempo, pobre) es uno de los grandes responsables de que hayamos, en ocasiones, estado histéricos y que nazca algo de intolerancia; pero al fin de cuentas (parece que va a decir algo lindo) el grupo de Cuesta Arr
Mauro: Honestidad bruta (como en RSM), si esto fuera Gran Hermano, ¿tendrías a quién nominar del equipo? O, en todo caso, ¿tuviste ganas alguna vez de hacer alguna espontánea?
Cecilia: Sin comentarios, pero bueh, como sé que tengo que contestarte algo (antes me dijo: "Mauro, sos un hdp"), no sé si hubiera llegado al punto de utilizar la nominación espontánea, pero he aquí una situación. (Se toma su tiempo para saber qué contestar, recordemos que la chica tiene muchos vínculos y no es mi intención que lastime los sentimientos de nadie) En el último día de rodaje al camarógrafo principal (Sebastián es, ¡no soy yo!) se le cayó la cámara al piso y para ser sincera, no sólo quería nominarlo, sino que directamente, quería hecharlo de "la Casa". En este caso era la de los Cuenca y no la de Gran Hermano. Además, muchas veces pensé en nominar a los chicos (las criaturas) porque realmente me impacientaban los gritos (sí, yo también los nominaría). En síntesis, quiero aclarar (aquí vamos otra vez) que lo que yo digo también es parte del humor ácido y que nadie lo tome a mal (Sebas, te bancamos).
Mauro: Es de público conocimiento que tenés una relación a distancia. Marcos viene promedio una vez por mes, pero vino las dos últimas veces y en ambas rodabas la película. ¿Se te complicó un poco la existencia?
Cecilia: No sólo fue cuestión de dividir el tiempo entre él y la película. A esta altura estoy acostumbrada a hacerlo también con los estudios y los amigos. Organizar las 24 hs es fácil si uno sabe a qué darle prioridad. Además Marcos, como bien vos dijiste, no está excluído totalmente de lo que respecta a Cuesta Arriba, así que no fue muy difícil. De última, habrá que preguntarle a él (se ríe) si sintió que lo dejé de lado, por mi pasión al arte, en algún momento. Y aprovecho este espacio para hacer públicas mis disculpas hacia él, por si dejé que la película y sus tiempos me consuman.
Mauro: Todo lo que estamos esperando es el estreno y nos seguimos reuniendo todos los martes como grupo. Si después del estreno el grupo se pierde, ¿con quién te gustaría seguir teniendo vínculos?
Cecilia: Antes que nadie, con los Cuenca, porque tanto Mariela como Gustavo y sus hijos me aportaron una gran enseñanza, además de que fueron unos de los pocos que confiaron tanto en este proyecto. En realidad quisiera seguir viéndolos a todos (¿será?) y no es que lo digo para quedar bien, pero realmente no quiero perder vínculo con este grupo. En el caso de César (el papá de Tomy) él fue invitado a participar del espectáculo que estamos preparando con el grupo de teatro (compuesto por ella, Susana, Carlos y Emmanuel), así que voy a seguir viéndolo. También
quisiera seguir viendo a Alicia (la mamá de Tomy), porque cumplió un poco el papel de madraza dentro del equipo (y aún así, le pegaron un pelotazo) y siempre hizo notar, hasta el último momento, el cariño que todos habíamos sembrado en ella hacia nosotros.Mauro: ¿En algún momento te resultó desgastante tener que rodar varias horas por día? ¿No te dieron ganas de mandar a todo el equipo de gira?
Cecilia: (Vuelve a insultarme) ¿Por qué me ponés en aprietos? Bueno, para ser sincera, rodar varias horas por día, sí. Y no sólo para mí, sino para todos. El desgaste era inevitable (es cierto, yo volvía muerto a casa y eso que no hacía casi nada). También tuve ganas de mandar a todo el equipo de gira con la condición de que reserven un asiento para mí... y a Marcos también (risas).
La Escena de la Semana
Personajes: Jen y Audrey
Capítulo: 6.09


Historial: Jen y Audrey pertenecen a un grupo de amigos, todos adolescentes, que estudian juntos en Boston, pero son originarios de Capeside. Audrey se acostó con el chico que le gustaba a Jen (C. J.) aunque Audrey no lo sabía.
Situación: Audrey, en plena fiesta de Navidad, se emborracha y le canta las cuarenta a todos. Luego roba un auto y, en un desvío, lo estrella contra la casa donde estaban haciendo la cena.
Locación: Cuarto. Audrey se encuentra acostada, mientras que Jen se le acerca para intenter hablarle.
JEN: ¿Cómo te sientes?
AUDREY: ¿Cómo me veo?
JEN: Como una basura.
AUDREY: Eso lo describe bien. Gracias.
JEN: ¿Quieres que llame a tus padres?
AUDREY: ¡No! Si los llamas... te juro que te patearé hasta llegar a New York.
JEN: Está bien... ¿Por qué tanta rabia, Audrey?
AUDREY: Bueno, doctora, ¿esta es tu forma de impresionar a C. J.? Porque él no está aquí.
JEN: Trato de ayudarte.
AUDREY: No me ayudes. Haz de cuenta que estoy lejos de aquí, lo que en parte es cierto. Quiero que me dejes sola. Estoy harta de que todos me digan que quieren ayudarme cuando no es más que una pose. Hasta esta noche, ninguno sabía lo mal que estoy. Es por amigos como ustedes que uno necesita ayuda.
La Filosofía en el Tocador
EL PRIMER DIÁLOGO
MADAME DE SAINT-ANGEEL
Madame de Saint-Ange — Buen día, hermano. ¿Y el señor Dolmancé?
El Caballero — Llegará a las cuatro en punto. Como comeremos a las siete, tendremos todo el tiempo necesario para charlar.
Madame de Saint-Ange — ¿Sabes, hermano, que estoy un poco arrepentida de mi curiosidad y de los obscenos proyectos que hemos hecho para hoy? Tú eres verdaderamente indulgente, amigo mío; cuando más tengo que ser razonable, más se inflama y se vuelve libertina mi maldita cabeza: me trasmites todo y eso sólo sirve para corromperme... A los veintidós años tendría que ser ya devota y aún no soy sino la más desbordada de las mujeres... No tienes idea de las cosas que concibo y que desearía hacer. Imaginé que limitándome a las mujeres me volvería sabia... que concentrados en mi sexo los deseos no se desatarían hacia el tuyo. Proyectos quiméricos, amigo mío, pues los placeres de los que quería privarme han venido a ofrecerse con mayor ardor a mi espíritu, y he comprendido que cuando se nace para el libertinaje es inútil soñar con imponerse frenos, de inmediato el ardor del deseo los quema. Querido, soy un animal anfibio; todo lo amo, todo me divierte, quiero unir todos los géneros. ¿Pero no crees, hermano, que es una completa extravagancia querer conocer a ese singular Dolmancé, el cual, según dices, nunca ha querido gozar una mujer como lo prescribe el use y que, sodomita por principio, no sólo es idólatra de su seso sino que lo cede al nuestro con la especial condición de entregarle los deseados atractivos de los que está acostumbrado a servirse en los hombres? Mira mi extraña fantasía: deseo ser el Ganymedes de este nuevo Júpiter, quiero gozar de sus gustos, de sus excesos, ser la víctima de sus errores. Tú sabes que hasta hoy sólo a ti me he ofrecido de esta manera por complacencia, o a alguno de mis sirvientes, que sólo por interés se prestaron a tratarme de ese modo Ahora no se trata de complacencia ni de capricho, únicamente me impulsa el deseo... Entre los procedimientos que me han dominado y los que me esclavizarán a esta extraña manía veo una diferencia inconcebible y quiero conocerla. Describe, hermano, a Dolmancé; quiero tenerlo bien grabado en la cabeza antes de verlo llegar. Sabes que sólo estuve con él algunos minutos, al encontrarlo días atrás en una casa.
El Caballero — Dolmancé, hermana; acaba de cumplir treinta y ocho años; es alto, tiene un rostro muy bello, ojos vivos y espirituales, algo un poco duro y maligno se dibuja en sus rasgos a pesar suyo; tiene los dientes más hermosos del mundo, un aspecto y un talle delicados a causa, sin duda, de las maneras femeninas que acostumbra adoptar; posee una extrema elegancia, una bella voz, talento y especialmente mucha filosofía en el espíritu.
Madame de Saint-Ange — Espero que no crea en Dios.
El Caballero — ¿Qué dices? Es el ateo más célebre, el hombre más inmoral... ¡Oh! Dolmancé es la corrupción más íntegra y completa, el individuo más malvado y perverso que pueda existir en el mundo.
Madame de Saint-Ange — ¡Todo esto me enardece! Voy a apasionarme por ese hombre. ¿Y cuáles son sus gustos, hermano?
El Caballero — Las delicias de Sodoma le placen como agente y como paciente; no ama más que hombres en sus placeres y si en ocasiones, no obstante, consiente en hacerlo con mujeres, solo es a condición de que ellas serán complacientes y cambiarán de sexo con él. Le he hablado de ti y le anticipé tus intenciones; él acepta pero te advierte, a su vez, de las cláusulas del negocio. Se negará terminantemente si pretendes comprometerlo en otra cosa: "Lo que consiento hacer con tu hermana es una licencia, dice... una locura de la que sólo se sale raramente y con muchas precauciones."
Madame de saint-ange — (¡Salir!... ¡precauciones!...) ¡Amo hasta la locura el lenguaje de esta gente! También nosotras las mujeres tenemos esas palabras exclusivas que prueban, como las de Dolmancé, el horror profundo de que están poseídas por todo aquello que no esté dentro del culto admitido... Di, querido, ¿te ha poseído? ¡Con tu deliciosa figura y tus veinte años creo que se puede cautivar a un hombre semejante!
El Caballero — No te ocultaré mis extravagancias con él. Tienes demasiado espíritu como para desaprobarlas. Amo a las mujeres y me libro a esos raros gustos sólo cuando un hombre amable me cautiva. En tal caso nada hay que no haga. Estoy lejos de esa continencia ridícula que hace creer a nuestros jóvenes frívolos que debe responderse con bastonazos a semejantes proposiciones. ¿Es acaso el hombre dueño de sus gustos? Es preciso compadecer a aquellos que tienen gustos particulares, pero nunca insultarlos: su error es el de la naturaleza. No eligieron llegar al mundo con inclinaciones diferentes, de la misma manera que nosotros no elegimos nacer derechos o chuecos. Por otra parte, un hombre que dice desearte, ¿dice una cosa desagradable? Por supuesto que no; te hace un cumplido; ¿por qué, entonces, responderle con injurias o insultos? Únicamente los estúpidos pueden pensar así. Un hombre razonable no dirá lo contrario de lo que sostengo. Pero el mundo está poblado de imbéciles que creen que se les falta el respeto si alguien confiesa que los encuentra apropiados para los placeres; pervertidos por las mujeres, celosas siempre de todo lo que tenga apariencia de atentar contra sus derechos, se imaginan ser Quijotes de esos derechos ordinarios, y atacan a quienes no los reconocen.
Madame de Saint-Ange — ¡Ah! ¡Bésame! No serías mi hermano si pensaras de otro modo; pero quiero un poco de detalles y te conjuro a que me los des, tanto sobre el físico como sobre los placeres de ese hombre contigo.
El Caballero — Dolmancé se enteró por uno de mis amigos del soberbio miembro que, como sabes, tengo. Comprometió al marqués de V... a que me invitara a cenar con él. Una vez allí fue necesario exhibir mi miembro. Parecía al principio que el único motivo era la curiosidad, pero pronto un hermoso culo que se me ofrece y del cual se me suplica que goce, me hicieron ver que sólo el placer era el objeto de este examen. Advertí a Dolmancé de todas las dificultades de la empresa y nada lo acobardó. "¡Estoy hecho a prueba de catapultas, me dijo, y no tendrá la gloria de ser el más respetable de los hombres que perforaron el culo que le ofrezco!" El marqués estaba allí moviendo, tocando, besando todo lo que uno y otro sacábamos a luz. Me muestro... quiero al menos algunos preparativos: "No haga eso —dijo el marqués— pues le haría perder la mitad de las sensaciones que Dolmancé espera de usted; él quiere que se lo parta... que se lo desgarre..." "¡Será satisfecho!" dije yo lanzándome ciegamente al abismo... ¿Y puedes creer, hermana, que no tuve ninguna dificultad?... Ni una palabra. Mi verga, enorme como es, desapareció sin que lo sospechara y toqué el fondo de sus entrañas sin que el individuo aparentare sentirlo. Traté a Dolmancé como a un amigo. La excesiva voluptuosidad que sentía, sus espasmos, su conversación deliciosa me hicieron muy pronto feliz y lo inundé. No había terminado de salir cuando Dolmancé se volvió, con los cabellos descompuestos y rojo como una bacante, y me dijo: "¿Ves el estado en que me has puesto, querido caballero?" Mostraba una verga seca y rebelde, muy larga y de por lo menos seis pulgadas de diámetro. "¡Oh, amor mío! Te conjuro a que consientas en servirme de mujer después de haber sido mi amante, para que pueda decir que en tus brazos divinos gusté todos los placeres que quiero con tanta fuerza." No hallando dificultad alguna ni en lo uno ni en lo otro, acepté. Sacándose los pantalones ante mis ojos, el marqués rogaba que fuera con él un hombre mientras era la mujer de su amigo. Lo traté igual que a Dolmancé, quien, devolviéndome centuplicadas todas las sacudidas con que yo colmaba al tercero, muy pronto derrama en el fondo de mi culo ese licor encantador con el que casi simultáneamente yo regaba el de V...
Madame de Saint-Ange — Al encontrarte así entre dos has debido sentir un gran placer. Dicen que es encantador.
El Caballero — Verdaderamente es el mejor lugar, ángel mío. Sin embargo, dígase lo que se diga, esas son extravagancias frente a las cuales prefiero el placer con las mujeres.
Madame de Saint-Ange — Está bien, mi querido; para recompensar tu delicada complacencia ofreceré a tus ardores una jovencita virgen, y más bella que el Amor.
El Caballero — ¡Cómo! ¿Harás venir una mujer a tu casa estando Dolmancé aquí?
Madame de Saint-Ange — Se trata de educarla. Es una jovencita a la que conocí en el convento el otoño pasado, mientras mi marido estaba en las termas. Allí no pudimos, no nos atrevimos a hacer nada porque demasiados ojos estaban fijos sobre nosotras, pero nos prometimos volver a vernos en cuanto fuera posible. Preocupada por este deseo y queriendo satisfacerlo entablé relaciones con su familia. Su padre es un libertino... al cual he cautivado. En resumen, la bella viene y yo la espero; pasaremos juntas dos días... dos días deliciosos; emplearé la mayor parte del tiempo en educarla. Dolmancé y yo introduciremos en esa hermosa cabecita todos los principios del más desenfrenado libertinaje, la envolveremos con nuestros fuegos, la alimentaremos con nuestra filosofía, le inspiraremos nuestros deseos, y como quiero unir algo de práctica a la teoría, como quiero que se demuestre a medida que se expone, te he destinado, hermano, a la cosecha de los mirtos de Citerea, y a Dolmancé la de las rosas de Sodoma. Yo gozaré de dos placeres a la vez, gozaré de esas voluptuosidades criminales y daré lecciones, suscitaré deseos a la dulce inocente que atraeré a nuestras redes. Y bien, hermano, ¿es digno de mi imaginación este proyecto?
El Caballero — Sólo ella pudo concebirlo. Es divino, hermana, y te prometo cumplir a maravilla el papel encantador al que me has destinado. ¡Ah, picara! Cómo vas a gozar con el placer de educar a esta joven; qué delicias tendrás corrompiéndola, ahogando en su corazón todas las semillas de virtud y de religión que sembraron en él sus institutrices. Verdaderamente, esto es demasiado perverso para mí.
Madame de Saint-Ange — Nada ahorraremos para pervertirla y degradarla, para arrasar con todos los falsos principios de moral con los que hayan podido aturdiría; en dos lecciones quiero volverla tan perversa como yo... tan impía... tan dada a los excesos. Advierte a Dolmancé, ponlo al tanto para que no bien llegue, el veneno de sus inmoralidades circulando junto al qué yo lanzaré en este joven corazón, desarraigue en un instante todas las simientes que hubieran podido germinar sin nosotros.
El Caballero — Imposible encontrar un hombre más adecuado para esta tarea: la irreligión, la impiedad, la inhumanidad y el libertinaje manan de los labios de Dolmancé como en otras épocas la unción mística de los del célebre obispo de Cambrai. Es el seductor más profundo, el hombre más corrompido, el más peligroso... Querida amiga, ¡que tu alumna responda a los cuidados del institutor y te garantizo que muy pronto estará perdida!
Madame de Saint-Ange — Según las aptitudes que le conozco pienso que eso no será largo...
El Caballero — ¿No temes nada de sus padres, hermana? Si esta jovencita se pusiera a charlar cuando vuelva a su casa...
Madame de Saint-Ange — No, ya he seducido al padre... está conmigo. ¿Es necesario que te lo confiese? me he entregado a él para que cierre los ojos. Ignora mis propósitos, pero te aseguro que no se atreverá a profundizar en ellos... Lo tengo en mi poder.
El Caballero — ¡Tus recursos son malignos!
Madame de Saint-Ange — Es preciso, para que sean seguros.
El Caballero — Te ruego que me digas quién es la joven.
Madame de Saint-Ange — Su nombre es Eugenia; hija de un tal Mistíval, comerciante de los más ricos de la capital, próximo a los treinta y seis años. La madre tendrá a lo sumo treinta y dos, y la hija quince. Así como Mistival es un libertino su mujer es una devota. En cuanto a Eugenia, sería inútil tratar de pintártela: está más allá de la posibilidad de mis pinceles. De lo que puedes estar convencido es que tanto tú como yo nunca vimos nada más delicioso en el mundo.
El Caballero — Pero, ya que no la puedes pintar, esbózala. Así, sabiendo con quién tendré que enfrentarme, llenaré mi imaginación del ídolo donde deberé sacrificar.
Madame de Saint-Ange — Está bien, mi amigo. Sus cabellos castaños, que apenas pueden encerrarse en las manos, caen hasta debajo de los muslos. Su piel es de una blancura enceguecedora, su nariz un poco aquilina, sus ojos de un negro de ébano ardiente... ¡Oh, es imposible mantener la mirada de esos ojos!... No te imaginas las tonterías que me han hecho hacer... ¡Y si vieras las hermosas cejas que los coronan... los párpados que los cubren!... Su boca es muy pequeña, los dientes muy bellos, ¡y todo tiene una frescura tan grande!... Uno de los mayores atractivos es la manera elegante en que la cabeza se alza sobre sus hombros, y el aire de nobleza que tiene cuando la hace girar... Eugenia aparenta más edad de la que tiene, se le darían diecisiete años. El talle es un modelo de esbeltez y elegancia, Su garganta deliciosa... ¡Y posee los senos más hermosos! Apenas podrían llenar una mano, ¡pero son tan dulces... tan frescos... tan blancos!... ¡Veinte veces he perdido la cabeza besándolos! y si vieras de qué modo se animaba bajo mis caricias... ¡de qué modo sus dos grandes ojos pintaban el estado de su alma!... Querido mío, aún no conozco el resto, pero si es preciso juzgar por eso, nunca el Olimpo tuvo una divinidad que la igualase... La oigo llegar... déjanos, sal por el jardín para no encontrarla y sé puntual a la cita.
El Caballero — Lo que has pintado responde por mi exactitud... ¡Oh, cielos! salir... dejarte en el estado en que me encuentro... ¡Adiós!... un beso... un solo beso, hermana, para conservar mi ansia hasta entonces. (Ella lo besa, toca su verga a través del pantalón, y el joven sale precipitadamente).
*
Fuente:
http://www.sade.iwebland.com/
También encontrarán en está página la obra completa.
Gracias, Marquitos!

Aviso Importante
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Conozcamos
Débora, por su parte (re bien salió esta foto), casi se muere el día en que le pidieron que bajara del colectivo. Tuvieron que usar toda la psicología que era posible para convencerla que pase unos segundos delante de la cámara (espero que no le hayan pegado). Luego, mucho más suelta y con confianza, en el momento de ser alumna estudiante, se comenzó a divertir más en el set.
Notas de lectura importante para entender esta:
http://citrov.blogspot.com/2007/03/los-compaeros-de-toms.html
http://citrov.blogspot.com/2007/03/los-enfermeros-reales.html
http://citrov.blogspot.com/2007/03/gaby-vio-el-final.html
26 mar 2007
Dirección de e-mail
cuesta_arriba_lapeli@hotmail.com
Los 120 Días
Pero no es mi intención juzgar la perversidad de Sade (muchos ya
lo han hecho) sino es contarle el análisis que hizo Erica sobre dicho texto.
En resumen, Los 120 Días... relatan la historia de un grupo de personas que raptan a ocho chicas y ocho chicos, entre los doce y los dieciseís años de edad, y durante los 120 días los someten a todo tipo de torturas sexuales y humillaciones. Luego de culminar esto, los matan, aunque primero les sacan los ojos, les cortan los dedos, les queman los genitales y todas esas cosas tiernas.
Pero no sólo asesinan a las dieciseís criaturas, sino que también a casi todos los que estaban ayudando a esa perversión, quedando solamente unos diez con vida de los cuarenta y seis que eran en total. Mi gran duda fue, ¿por qué mataron también a los que estaban ayudando?
"Es que no podían quedar testigos de los crímenes que se cometieron", me dice Erica, explicándome. "Es como que las personas eran objetos y luego de que cumplían su objetivo, las mataban, porque ya no les servían más y otras personas, más adelante, podrían reemplazarlas".
Ajá, Erica, todo bien con vos, pero como te volviste adicta a Sade últimamente... es mejor si nunca te dejamos de ser útiles.
El Seminario
No puedo decir cómo fue la presentación de la historia, debido a que me encontraba viajando de regreso de Resistencia y, como llovía torrencialmente, el colectivo debía ir lento (lo confiezo: había momentos en que el colectivo iba tambaleándose tanto que me sentí al comienzo de una Destino Final).
Erica Koleff y Sade
Gracias, Rosario!
Marula le contó que entró a este blog y que, tanto su opinión como la de sus compañeros que también vieron la página, coinciden en que somos unos genios (es tan lindo cuando los demás lo reconocen, porque a veces cuesta mantenerlo establecido), ya que este espacio les gustó mucho.Nueva Semana
* Todo sobre el seminario, dictado por Erica Koleff.
* Una nueva reunión, el martes.
* La escena de la semana.
* Entrevistas.
* El Video-Clip.
* ¡Cecilia es Barney!
Además de muchas anécdotas más sobre el rodaje de la película. ¡Comencemos!
23 mar 2007
Seminario
Este sábado a las 10 hs, se realizará en el Sala de Teatro Septiembre un seminario de actuación y multimedios, entre otras cosas. Las incripciones comienzan ese mismo día, a las 9:30 de la mañana.
Sus horarios son de 10 a 17, el sábado; y de 10 a 13 el domingo. Se concluirá con la entrega de certificados el domingo a las 13 hs.
Tengo intenciones de ir, como también irán muchas caras de Cuesta Arriba, así que el lunes vendremos con información fresca y renovada.
¡Buen fin de semana!
Los Enfermeros Reales
La Frase de Carlos
Así que ya sabemos, si después del estreno de la película vemos a algunos de los actores vendiendo flores... es que no salieron bien en su exámen de ingreso.
Los Compañeros de Tomás

Mejor vuelvo a la película, porque si me pongo a hablar sobre esta excelente serie no paro más. Como decía en el primer párrafo, se filmaron varias escenas donde los chicos están en clase o tienen que aprender sobre la carrera para poder ayudar a los demás (un irónico gracias a los que nos cerraron las puertas a la hora de hacer estas escenas... ejem, ejem - no doy nombres o sino me matan).
Hasta Débora y Emmanuel tuvieron su momento en donde le miden la presión a un personaje interpretado por Mariela (chicos, no es juguete, creo que casi le explotan el brazo), pero como para ese entonces yo no estaba a cargo de la cámara ya que había regresado Sebastián (camarógrafo original), no entendí mucho sobre lo que pasaba.
De todos modos aquí van las fotos del equipo del Dr. House. Perdón, quiero decir, las fotos de los chicos enfermeros. A Emmanuel ya lo conocen y más adelante les presento a Débora y a Athos. Por ahora confórmense con (de izquierda a derecha) Jorge, Gabriela, Belén y Héctor.
Gaby vio el Final
En dicho capítulo es asesinado el marido de Bree (Vera - Carola Reyna), personaje que a ella más le gustaba y casi se larga a llorar cuando vio esa escena. "Me da más pena por ella, que se queda sola", dijo, por Bree. "Ojalá hagan una segunda temporada argentina, porque me encantaba el elenco que tenía."
La pregunta es, ¿a quién le importa esto? A nadie en realidad, pero como estas criaturas se convertirán en las nuevas estrellas teen, he dicho que voy a poner toda la información que tenga sobre estos chicos... por más que sea completamente inútil. Además, me criticó porque no le dediqué ni una nota en los primeros cuatro días, así que con esto espero que sea feliz. La buena noticia es que comparto su deseo de que haya una segunda temporada argentina.
Aviso Importante
22 mar 2007
Una Duda
¿Por qué será que esta mina es tan genial?

¿Alguien sabe Algo de Él?
"Lo adoro pero es un HDP"
Resulta ser que la joyera de Cuesta Arriba tiene el vicio del correo electrónico (no chat, simplemente e-mail) y parece ser que hace algún tiempo que no andaba conectándose, por tener otras responsabilidades.
La cosa es que ella llama a su amigo, una vez pasada la fiesta, y el amigo le reprocha que todos los días anda conectándose y ella nunca está. Así que la chica, sintiéndose culpable, pero a la vez muy feliz porque iría a revisar su correo y se encontraría con algún e-mail, va al ciber. Imaginémonos su cara cuando ve que el marcador dice "cero mensajes nuevos".
Su conclusión final fue clara "lo adoro, pero es un hdp". Y sí, fea la actitud de reprochar y hacer lo mismo que estamos reprochando. Nos pasa seguido.