Hay algo que todos quisieron decir en la última noche y fue el comentario más escuchado: "la próxima vez, que la película sea en invierno".
Y es que es cierto, en los dos meses de rodaje, sólo se tuvieron tres días de lluvia y el resto fueron puros y exclusivos del Sol que nos iluminó el rostro... y nos quemó la piel hasta dejarnos en carne viva.
El primer día de lluvia fue el planificado para comenzar (¿mal augurio o propaganda de lo que íbamos a tener que soportar con el clima?). Se modificó la fecha para el domingo.
La segunda vez que llovió, fue un viernes, pero la lluvia comenzó ya iniciada la filmación y como era en interiores no se modificó nada el día de trabajo.
Finalmente, el tercer día de lluvia fue el antepenúltimo de filmación. Se iba a filmar en una avenida pero las nubes negras llegaron y, prácticamente, inundaron la ciudad. Como ese día eran mayormente exteriores, se tuvo que suspender y pasar a los dos días siguientes y ajustar horarios como se podía.
Y bueno, el clima nunca fue nuestro amigo, hay que admitirlo. O calor insoportable o lluvia torrencial. Si hasta Diego (foto), el perro de Cecilia, lo dice todo... y eso que la foto es del último día de rodaje.
PD: Cuando ese perro se muera, estaría re lindo para hacerlo alfombra.